miércoles, 17 de febrero de 2010

Lugares

No son todos, no son tanto, no son para algunos, son para mí. Los lugares cuentan sus historias, quedan en ellos las huellas de los que transitaron por casualidad, los que dejaron huellas de haber hecho el bien y de haber hecho el mal y esto sin relativismo. No hay que llamar a lo malo bueno y a lo bueno malo, y dejemos la realtividad para el tiempo, porque para él fue creada.
Los lugares son estáticos, son auténticos, a veces parece que se mueven, !si, se mueven! y aquí el tiempo es de mayor valor, porque suspendidos no sería bueno ninguno de ellos. La mejor razón y el mejor motivo es conquistarlos, extrañarlos no es para todos, porque hay gente que ha estado levitando sobre ellos, no se han arraigado. ¿Por qué? no lo se, sólo se que el lugar es tan real o irreal como una quiera y otras cosas ocupan las razones para esto.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Decían


Humor desechado por las paredes convetidas en lienzo, un homenaje a las batallas urbanas de la guerra eterna entre lo que se tiene y lo que se quiere, porque la mayoría de las veces no se tiene nada. Sólo faltaba el precio por pagar, los trasnochos y las quejas al mismo tiempo que el asombro y la admiración que algunos como yo, hacen a los artistas de la calle. Anónimos, conocidos por todos y venerados en los callejones y fiestas clandestinas, como si el arte fuera a tomarse en serio. No en esta ciudad.

Entre cejas


La fantasía de tus ojos queriéndome decir nostalgia, reto y emancipación que permita la rutina de los gestos para desarmar las barreras y conquistar el paraíso.

El deseo por la noche. La luna parece pálida y un vivo reloj nocturno para conversar ideas, desastres, sueños y vigilias infames de otros tiempos.

Los sueños de hace tiempo, velados por el trabajo que no queremos y la esperanza que se congela con algunos detalles suspendidos.

El coraje para pronunciar lo oculto en el misterio, nada de estupideces, la mente en blanco y negro.

La simpatía por lo ajeno, el dolor, las lágrimas, el sufrimiento, la agonía y el duelo. Toman forma dentro de mi, en todos por momentos.

El tiempo, esclavos sin remedio. Juguemos al tiempo, sí, es posible porque morimos en el intento.

Todos queremos decir algo

Porque todos queremos ser escuchados es que algunos sitios se han dado muy sonoros, siendo voces propias o voces ajenas a las que se aplaude por entusiasmo, por amabilidad, cortesía, porque siempre tendremos amigos más o menos sinceros que se alegrarán con una, o simplemente será la moda del momento. De todas maneras es muy grato poder decir las razones que nos aquejan, las que nos deslumbran, tanto, que de cualquier modo las queremos compartir, nos sean o no positivos los receptores de nuestras dichas y penas o de cualquier causa mediocre y sensata porque a pesar de las apariencias todos sufrimos de eso.
Tengo un lugar perfecto, un sitio cómodo y acogedor donde se puede leer a montones, escribir al mismo tiempo que escuchas música para el insomnio y el cansancio de ciudades como la que vivo. En este lugar se sugieren meriendas nutritivas y otras no tanto, pero de muy buen gusto con las cuales puedes salir de apuros en invitaciones improvisadas, pero que a medida que el tiempo transcurre se pueden hacer más formal. Tenemos de todo un poco en este lugar. Una sala de música para deleitarse con el sonido y el gesto de quienes la ejecutan, una alcancia para dejar una donación y algunos deleites del paladar, gratis, cortesía de la casa por todas las bendiciones del cielo por tan buenos clientes. Los libros tienen un orden contemporáneo, y hay pintadas unas ilustraciones de ensueño, paisajes de marfil y ébano que hacen juego con las fotografías de la creación natural de la ciudad. Para los amantes de la escritura, existen canastas de todos los tamaños donde se guardan papeles de todos los colores y plumas de todas las épocas para recrearse redactando de todo un poco; el andar, el vaiven de sentirse humano, vivo y también muerto en medio del ruido, y el silencio imaginario para escapar de rutinas sedentarias y disfónicas que aquejan al ser humano desde todos los tiempos y épocas, no somos mejores que antes, no somos peores, somos iguales y eso es ya demasiado, desastre. A pesar de todo, este lugar da opciones, brinda descanso... hay que seguir trabajando las demás dimensiones...
porque después de todo un lugar es solo eso, pero la humanidad es otra cosa, siempre buscando un lugar.

Memoria de un beso

Dos palabras irrumpieron en las sombras de la noche. Eran las tres de la madrugada y ella seguía soñando un anhelado beso. Hacía mucho tiem...