martes, 24 de septiembre de 2013

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Causas del pasado, viejas intenciones de conquistar las oportunidades imaginadas, y tener pleno acceso a la realización de los detalles que podrían favorecer los planes presentes. Estos son la verdadera razón de reinventar la vida misma, porque ya no queda mucho tiempo Estamos al borde del final y no podemos irnos sin haber consolidado el ideal por el cual estamos aquí. Los seres humanos no nos percatamos de esto, pero cada cual debe servir, no podemos vivir esperando de los demás, sin dar nada a cambio, así no lo acepten, no lo deseen. Todos tenemos el deber y la obligación de cumplir con este sistema intolerante, en entropía. Ya sabemos que va de mal en peor, pero si no hacemos nuestra parte seremos igual de culpables como aquellos que ya nos violentaron y nos han dejado sobras del futuro que no poseemos; pero en el interior tenemos una conciencia que nos reclama, y nos advierte que aun no hemos vivido correctamente. Hace falta una mano más, un abrazo más, una sonrisa, una palabra a tiempo y fuera de tiempo, un pan, un vaso con agua, un abrigo... hace falta una vida más.  Despertemos, la realidad es más amplia, siempre el círculo es capaz de ampliarse y añadir a muchos. No es suficiente con solo ser, hay que trascender. El mundo es inmenso, pero es de pocos,  y la única forma de ser libres es siendo auténticos hijos de Dios, porque él tiene el poder de hacer lo que nosotros no podemos, de él es la sabiduría, la ciencia y la inteligencia. En él la verdad es absoluta y el tiempo deja de ser relativo porque él no está dentro de este, y nosotros dejamos de padecer la agonía de estar varados y encapsulados por este movimiento inconstante, este gran paréntesis llamado historia. Veremos el pasado, el presente y el futuro, dentro del mismo reloj. Tendremos los pies firmes, y ni la vida con todos sus afanes y la muerte con todo su dolor podrán hacernos tambalear... y como siempre, es cuestión de creer, de fe. Para todos es lo mismo, creyentes y ateos... todo ser humano cree en algo, todos tenemos fe y convicción. Creemos en la ciencia, en el arte, en teorías científicas, filosóficas, en un dios y otros creemos en Dios. Nadie escapa de creer, porque hasta el que sustenta no creer en nada miente, y es así porque genéticamente estamos diseñados para creer. Cuando somos consientes de la existencia como consecuencia vienen las preguntas importantes de la vida y de eso tenemos muchas letras pero sigo confiando en la Biblia. Esto no es una aproximación a la verdad, es una decisión organizada de los patrones lógicos, al tener todas las preguntas sobre la mesa, y el alocado encordado de mis neuronas se conectaron a esas puestas en escena para disfrutar de lo que he llamado festival de ilusiones sensatas determinadas por la utopía del aburrimiento de otras épocas y algo más... que nombre tan largo, pero tengo la peculiaridad de poder reírme de mí misma, lo aprendí con el paso de los años porque no hay como verse en el verdadero espejo y provocar que otros piensen lo que no es, mientras una misma sabe lo que es. Al fin de la jornada conocemos solo en parte, y eso es bueno, no podríamos con todo aquello que no imaginamos, y hemos imaginado bastante, pero nunca acaba, y todavía podemos creer en casualidades, eso no existe, así que al punto de este tema la idea primaria es aquella que da luz, es evidencia pura de una vida más interesante, más atractiva, una vida renovada, enfocada en las genialidades del diario vivir, pensamientos en ráfagas del tiempo que se va y vuelve encapsulado de antojos de otras épocas, donde nos quedamos varados por creer relativamente y no en absoluto. Eso ha traído muchas dificultades agregadas al mal ya existente, y es que nos paraliza, porque si todo es relativo para qué la vida misma... se hacen muchas preguntas si todo es relativo, pero es que eso también es verdad... ¿qué cosas, actitudes, ideas, emociones son relativas? una respuesta, todas las cosas inmersas en esta existencia son relativas, lo absoluto es una verdadera hazaña, hay que detenerse, tomar un descanso para la reflexión, el análisis crítico de sí mismo y decidir vivir en absoluto, los que lo han hecho son los verdaderos héroes anónimos. Tengo el privilegio conocer a uno, y es maravilloso llegar a ese estado de conciencia, así se es realmente libre. De esta forma de ser, es cuando servir se convierte en un estilo de vida y no hay intereses creados, porque palabras sabias son estas "Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" Por ahora seguimos sometidos a la entropía y a la existencia inquietante, con la plena seguridad de que más allá, un poquito más, todo será como al principio... ¡que vivan los buenos tiempos!  

Memoria de un beso

Dos palabras irrumpieron en las sombras de la noche. Eran las tres de la madrugada y ella seguía soñando un anhelado beso. Hacía mucho tiem...