miércoles, 4 de marzo de 2009

METAMORFOSIS



Hijos de la luz que evaporan diásporas cristalinas
Anuncien la migración,
Sean uno de todos los mares
Dueños del aire
Dueños del sol.

Caigan en los ríos fecundos que divisan sombras
Divisen las costas,
Recojan sembrados de trigo,
Fieles al náufrago
Lleno de dolor,
Endiosen a los que cantan
Jueguen al cantor.

Una hoja levanten en alto
Miren el horizonte,
Dispónganse a dormir
Esa dulce siesta
Que dura muy poco,
Que aparece
Para hacerlos sonreír.

Lindos mis poetas,
Lindos mis dioses,
Ya encima de la niebla apuestan
Quién saldrá primero
Quién vendrá después,

Milagro de jacinto
Todos a una voz dispuestos a nacer
Encienden las ramas
Tiran una vez,
Se oye música ligera
Que de pronto vuela hacía el horizonte
Tardío lleno de detalles,
Lleno de espesura.
Giren, giren,
Dejen ver sus colores, sentir su aroma, acariciar su ser.
Ahora ya tranquilo se queda el labrador
Logró soñar dormido,
Logró saber su destino
Cuál camino recorrer.

Mientras espera en su aposento la luz brilla con mayor intensidad,
Y a lo lejos se escucha el eco brillante
De aquellos que el miró encarnar, eran sus hijos,
Eran su amor, eran su paz.

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